El Banco presta a sus clientes corporativos los recursos monetarios que pueden ser utilizados para la adquisición de mercancías, materias primas, semiproductos, otros bienes atribuidos a los fondos circulantes, o para la ejecución de gastos de caracter corriente (no inversionista), tales como el pago de salarios, de impuestos, de alquiler. La deuda por tales productos crediticios se amortiza habitualmente por medio de los ingresos de venta de mercancías compradas, bienes producidos, obras ejecutadas o servicios prestados.
Los recursos monetarios pueden ser prestados tanto como un importe, en este caso se trata de crédito, como en el marco de la línea crediticia, es decir, como varios importes. El horario de amortización de créditos y líneas crediticias se establece de manera flexible, contando con los ingresos del prestatario, al mismo tiempo el término general de amortización de la deuda no excede, por lo común, a 24 meses. Para los prestatarios de varias industrias con largo ciclo productivo (por ejemplo, empresas astilleras) el término de amortización puede ser prolongado. El Banco presta las líneas crediticias renovables, es decir, las líneas crediticias en el marco de las cuales el prestatario después de la amortización de la deuda puede recibir los recursos monetarios nuevamente dentro del límite común y límite de entrega (si este último esté establecido), y también del periodo común de existencia de la línea crediticia. Tales líneas crediticias pueden ser utilizadas para el financiamiento de varios ciclos productivos comerciales consecuentes del mismo tipo. El Banco presta también los recursos monetarios a corto plazo sin indicación del objetivo concreto de su empleo. Los créditos para la reposición de fondos circulantes se prestan habitualmente a las empresas con buena história crediticia o a las empresas financiamente estables.
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